domingo, 12 de junio de 2016

Descansa en paz, Christina Grimmie.

Esta mañana me he enterado por Facebook de la muerte de la joven youtuber y cantante Christina Grimmie. ¿Lo primero que he pensado? Que se trataba de una broma macabra de estas que tanto vemos por las redes últimamente. No podía creer que fuese cierto, no quería creer que fuese cierto...
Christina Grimmie fue una de las primera personas que empecé a seguir en Youtube, me encantaba su voz y me transmitía una vitalidad y un positivismo brutal. Siempre con una sonrisa, siempre alegre. Nunca fui una fan loca de su persona, no veía sus vídeos de forma frecuente, pero me parecía una chica encantadora a través de la pantalla. Hoy he tenido un sentimiento totalmente desgarrador, fuera de lo común, al conocer la noticia. Simplemente no entiendo el rumbo que está tomando el mundo, no entiendo la finalidad de asesinar a sangre fría a una persona a la que supuestamente admiras para después suicidarte. ¿Qué clase de admiración es esa? ¿Qué clase de persona hace algo así? Solo me gustaría entender porqué.
Vivimos en un mundo atroz, armado hasta los dientes. Para protegernos, dicen que es. ¿Protegernos de qué? ¿De qué habría que estar protegido si no hubiesen conflictos entre los propios humanos? Tenemos el firme propósito de destruirnos mutuamente, de aniquilarnos los unos a los otros. Guerras, dolor, hambre, pobreza, desigualdad, hipocresía, muerte. Y yo solo sigo queriendo entender porqué.

Además de esto parece que con la tecnología estamos curados de espanto, vemos cosas terribles a través de las redes. Vemos atrocidades bestiales por las noticias sin problema alguno, sin empatía, sin sentimiento. No hay sitio para el amor y para la paz en estos medios, porque nosotros mismos no le damos ese espacio en nuestras vidas. Menos guerra y más paz, menos odio y más amor, por favor.
Hoy mismo he podido ver en Twitter un vídeo en el que se escuchaban a la perfección esos tres disparos que acabaron con la vida de Christina. Y yo lo único que quería era llorar y una última ves entender porqué.

Y aquí estoy yo ahora, escuchando la magnífica voz de una chica de mi generación que intentaba cumplir su sueño, el cual ha sido truncado por un psicópata, por el odio, por las armas.

Cansada de tanta palabrería me despido con el único propósito de salir a la calle para únicamente hablar menos y sentir más, aportar más amor a esta sociedad podrida en odio y rencor.
Ese quiero que sea mi propósito, espero que, en parte, se convierta también en el vuestro. Un abrazo.